Respecto a los internados, se dice que deben tener una atmósfera de hogar donde el joven sea puesto a cubierto de las tentaciones conducentes a la inmoralidad y sea guiado a Jesús. Pero estas instituciones no están libres de peligro, siendo que al asistir a ellas, los jóvenes quedan separados de las tiernas y refrenadoras influencias del hogar, para quedar expuestos a la compañía de un gran número de jóvenes de igual edad, los cuales han sido formados de diversa manera.